04 diciembre, 2025

«Dossier K.» de Imre Kertész

 


Un diálogo honesto entre el autor y su conciencia. Reflexiona sobre el Holocausto, la escritura y la libertad. Una autobiografía filosófica que viaja al corazón del Nobel húngaro y a lo más íntimo de su pensamiento.

Título: Dossier K.
Autor: Imre Kertçez
Traductor: Adan Kovacsics
Editorial: Acantilado
Publicado: enero de 2007
Páginas: 208

03 diciembre, 2025

De cómo la ciencia ficción se anticipó al futuro

 



La definición del género Ciencia Ficción (que se cree es una mala traducción de su denominación en inglés Science Fiction o Ficción Científica) fue introducida en 1923 cuando el escritor, inventor y editor Hugo Gernsback la utilizó en Amazing Stories, un número especial sobre Science Fiction de su revista Science and Invention, tras su buena acogida, en 1926, publica el primer número de Amazing Stories (The Magazine of Scientifiction), revista pionera de la Ciencia Ficción. Los premios Hugo, que se entregan anualmente a las mejores obras de Ciencia Ficción y Fantasía publicadas en el año previo, reciben su nombre en honor a Hugo Gernsback y están calificados como uno de los mayores honores que se pueden recibir en este género.

En muchas de las obras sobre Ciencia Ficción, sorprenderá ver cómo algunas de ellas se anticiparon al futuro en tecnología, genética o economía, vamos a repasar algunos de los ejemplos más claros:

  • Aldous Huxley en Un Mundo feliz (1931) advierte de los peligros de la ingeniería genética en el desarrollo de tecnologías reproductivas dónde el estado las utiliza para fecundar a seres humanos y condicionarlos desde la infancia para que no cuestionen el sistema político y social.
  • Edward Bellamy en su obra Mirando atrás (1888) tiene como protagonista a Julián West quién despierta en el año 2000 bajo un sueño inducido bajo hipnosis, en un utópico Estados Unidos, inmerso en una sociedad perfecta donde no existe el dinero físico y se utilizaba como medio de ingreso y pago las tarjetas de crédito.
  • Isaac Asimov en 1955 publica su obra El fin de la eternidad una historia de viajes en el tiempo y universos paralelos o múltiples, hipótesis, esto último, de la mecánica cuántica, propuesto por primera vez por Hugh Everett III.
  • Jonathan Swift quién comentó las dos Lunas de Marte en Los viajes de Gulliver (1726) 150 años antes de ser descubiertas por el astrónomo Asaph Hall (1877), Deimos y Fobos, nombres de los hijos de la mitología griega, pero no fue el único, en 1752, el escritor Francois-Marie Arouet, conocido por su seudónimo Voltaire, también lo comenta en su relato Micromegas. A dos de los cráteres de Deimos, se les puso los nombres de Voltaire y Switf en honor a estos escritores, aunque podemos remontarnos al siglo XVII con el astrónomo Johannes Kepler quién predijo de la existencia de dos satélites en Marte a partir de un razonamiento basado en la proporcionalidad con otros dos planetas, la Tierra que tenía uno, la Luna y Júpiter, que en ese momento se creía tenía cuatro, descubiertos en 1610 por Galileo, por lo que pensó que a Marte le correspondían dos satélites. En honor a Kepler, un cráter lunar también lleva su nombre.
  • Julio Verne y su submarino eléctrico Nautilus en 20.000 leguas de viaje submarino (1870), cuyo nombre puede estar tomado del considerado cómo el primer submarino a hélice, diseñado por el ingeniero Robert Fulton en 1800 por encargo de Napoleón. Fulton es conocido por construir el primer barco a vapor. En De la Tierra a la Luna (1865) predijo con sorprendente detalle aspectos de los viajes espaciales, décadas antes de la carrera espacial real.
  • Mark Twain, en su The London Times of 1904 (1898), narra un artilugio tecnológico llamado Telectroscope una especie de teléfono de alcance ilimitado que permitía interconectar todos los sistemas telefónicos del mundo, lo más cercano a los actuales chats.
  • William Gibson, acuñó el término ciberespacio en su obra, precursora del subgénero ciberpunk, Neuromante (1984) para describir un mundo virtual muy similar a la internet actual, aunque proviene del cuento Johnny Mnemonic del mismo autor publicado por primera vez en la revista Omni en 1981. Neuromante fue galardonada con los premios Seiun (1987), Hugo (1985), Nébula (1984) y Philip K. Dick (1984).
  • Ray Bradbury ya imaginó en sus obras tecnologías que acabaron haciéndose realidad como los auriculares inalámbricos de Fahrenheit 451, los cajeros automáticos o la IA en Fantasmas de lo nuevo.
  • Arthur C. Clarke imaginó dispositivos de comunicación portátiles en 2001: Una odisea del espacio, décadas antes de que existieran los smartphones o sistemas de IA capaces de interactuar y tomar decisiones.
  • Mary Shelley en Frankenstein planteó la creación de vida artificial, un concepto que hoy dialoga con la bioingeniería, la clonación y la ética científica.
  • Obras como Metrópolis (1927) mostraban pantallas de comunicación remota, anticipando Zoom y Skype.
La ciencia ficción no sólo se anticipó a futuros avances tecnológicos, también predijo cambios sociales y políticos. En 1968, John Brunner en su obra Todos sobre Zanzíbar, premio Hugo (1969) y nominado a los premios Nébula (1968), menciona la unión de naciones en Europa, casi veinticinco años antes de que esta se hiciera realidad o George Orwell en su libro 1984 donde El gran hermano practica la vigilancia masiva de ciudadanos, el control gubernamental, o la manipulación informativa, escrito en 1948, basados en la novela rusa Nosotros de 1920, censurada y publicada en ruso en 1988 del autor Evgueni Ivanovich Zamiatin, Orwell comentó haber leído su edición en francés publicada en 1929.

Pero este tipo de predicciones no sólo nos han llegado de mano de la literatura, la ciencia ficción se puede producir en cualquier ámbito, es el caso del fundador de Microsoft, Bill Gate, que predijo en una charla Ted en 2015, recién salidos de un brote global de ébola, que, en las próximas décadas, podríamos estar bajo la amenaza de un virus peligrosamente infeccioso en lugar de una guerra, 5 años más tarde, en 2020, comenzó la pandemia de coronavirus.

«Origami» de Antonio San Lorenzo

 



“Origami: El experimento de metaficción” de Antonio San Lorenzo es capaz de desafiarnos jugando con los límites de la narrativa, la identidad y la creación artística, convirtiéndose en un verdadero laboratorio literario, singular y provocador, un experimento donde la relación entre personajes, autores y público se combina con la filosofía, el cine y la narrativa experimental. Es en realidad, un desafío intelectual que cuestiona las reglas del juego narrativo, pero con un enfoque contemporáneo usando Hollywood como escenario. 

Desafía las convenciones narrativas desde el principio, su estructura recuerda al origami: pliegues sucesivos que transforman un papel aparentemente plano en una figura compleja. Cada diálogo y reflexión abre nuevas capas de sentido, obligándonos a cuestionar qué es real y qué es ficción. 

Un relato que reflexiona sobre sí mismo y sobre el acto de narrar. La premisa es desconcertante: en un escenario vacío, sin decorados ni acción aparente, se encuentran atrapados una estrella de Hollywood (Gloria), un mítico guionista (Armando), un productor famoso (Marco) y un metafísico (Fidel), no existen fuera del relato, su única posibilidad de trascender es construir una historia que los lleve a la gran pantalla, su espacio desnudo funciona como metáfora de la página en blanco, la obra se interroga sobre qué significa ser personaje, guionista o espectador, y cómo esas fronteras se diluyen, la presencia de una estrella y un productor introduce la tensión entre arte y mercado, creatividad y espectáculo.

Estos personajes, privados de recursos externos, deben crear y protagonizar el guion en el que están inmersos para evitar quedar relegados al olvido en “el fondo de un cajón”. 

Al enfrentarse a un relato que se construye en tiempo real, nos convertimos en cómplice del experimento, que podemos inscribir en la tradición de la cronología de la metaficción como Cervantes, Don Quijote de la Mancha, primer gran ejemplo de metaficción: personajes que leen y comentan libros dentro de la novela.

El propio Quijote es consciente de su condición de héroe literario. 

Borges, Ficciones, relatos que hablan de libros inexistentes, bibliotecas infinitas y mundos narrativos que se pliegan sobre sí mismos. 

Calvino, Si una noche de invierno un viajero, el lector es protagonista de una novela que nunca termina. 

En el caso de Antonio San Lorenzo y Origami, sus personajes atrapados en el guion vacío deben inventar su propia historia para sobrevivir e introduce el imaginario de Hollywood y la cultura audiovisual en la tradición metaficcional. 

Podemos concluir que Origami es un libro bien escrito. Los constantes diálogos, fluidos y entretenidos, nos inscriben en la tradición de la metaficción inaugurada por autores como Cervantes o Calvino, pero aportando un giro contemporáneo que lo convierte en una creación narrativa, un acto de supervivencia dentro del panorama literario de Hollywood donde la metaficción ha pasado de ser un recurso ocasional en Cervantes a convertirse en una corriente literaria consolidada.

Un libro complicado de evaluar porque depende en gran medida del tipo de lector y de su compromiso con una lectura que lo enfrenta a un texto que reflexiona sobre sí mismo como ficción. Lo hace con tal nivel de complejidad estructural, estilístico y conceptual que exige un esfuerzo adicional para ser plenamente comprendido. 


Título: Origami: El experimento de metaficción
Autora: Antonio San Lorenzo
Editorial: Caligrama editorial
Publicación: 2025
Páginas: 245

 

    

 

02 diciembre, 2025

«El año del pensamiento mágico» de Joan Didion



Joan Didion, fue una de las escritoras y periodistas más destacadas de la literatura norteamericana contemporánea, pionera del Nuevo Periodismo. El año del pensamiento mágicopublicado en 2005, se ha convertido en un referente de la escritura autobiográfica sobre el duelo.

Una lectura dura por su contenido emocional narra cómo su hija Quintana lucha con la muerte ante una grave enfermedad; un año antes, su esposo John, también escritor, falleció repentinamente.

Didion describe las circunstancias con una honestidad desgarradora mientras su mente intenta aferrarse a la lógica y a la memoria para sobrevivir al dolor.

Ganadora del National Book Award y finalista del Pulitzer, el libro convierte el duelo en literatura. Didion, con una prosa serena, lúcida y elegante, examina el pensamiento mágico que acompaña al duelo incurriendo en algunas repeticiones comprensibles dada la intensidad de su duelo.

Un libro que no busca consuelo, sino comprensión; es un testimonio íntimo que transforma el dolor en memoria compartida.

Un libro quizá no recomendable en ciertos estados emocionales, pero que sin duda vale la pena. Estoy convencido de que escribirlo ayudó a la autora a atravesar un trance tan amargo.

Título: El año del pensamiento mágico
Autora
: Joan Didion
Traductor: Javier Calvo Perales
Editorial: Random House
Publicado: enero de 2015
Páginas: 192

30 noviembre, 2025

«Retrato de un ojo» de Kathy Acker

 


“Kathy Acker, cuyo verdadero nombre era Karen Lehman, fue una novelista experimental, poeta punk, dramaturga, ensayista y escritora feminista prosexo.
Su obra, influenciada por la teoría crítica francesa, el misticismo, la pornografía y autores como William S. Burroughs y David Antin, desafía las convenciones narrativas con crudeza y lucidez.
Se graduó en 1968 en la Universidad de California en San Diego, donde recibió clases de David Antin y Jerome Rothenberg.” (Extraído de Wikipedia)

“Retrato de un ojo” reúne las tres primeras novelas de Kathy Acker, con su peculiar estilo irreverente y provocador, una trilogía inédita en español que combina autoficción y crítica social radical:

-La irreverente vida de la Tarántula Negra contada por la Tarántula Negra
-Soñé que era una ninfomaníaca
-La vida adulta de Toulouse Lautrec

La escritura de Acker es desordenada, contradictoria y cruda a propósito, pero al mismo tiempo, fascina, trata sin depurar el deseo, el dolor, el sexo, la violencia y la locura. Es parte de su estilo y busca precisamente eso, incomodar, desafiar normas y confrontar al lector con temas tabú.

Por lo demás, su lectura es desenfadada, tremendamente estimulante, llena de rabia y lucidez y tan frenética que te obliga a seguir ese ritmo, a lo que contribuye su lenguaje cercano, no exento de humor.

Al principio podría pensar que es su estilo literario definitivo, pero conforme se lee, Acker sorprende con temas completamente opuestos, transitando desde lo trivial hasta lo más complejo y profundo, con un marcado acento político y social. Fue profundamente crítica con las circunstancias de su tiempo.

Como escritora, su método apunta a la descreación, la fragmentación y la no linealidad en sus tramas, con saltos aleatorios que evidencian la hiperactividad de su pensamiento. No escribe novelas convencionales. Sus relatos son una mezcla explosiva de erotismo autobiográfico, montaje literario y narrativa rebelde, sus personajes se entrelazan, se contradicen, se transforman.

En esta obra, autobiográfica, mezcla su vida personal con textos de otros autores de los que se apropia, los adapta a sus propias fantasías. Algunos de estos personajes son miembros de la alta sociedad, como Sophie Dawes, figura de la aristocracia británica del siglo XIX, conocida por su relación con el duque de Borbón, Luis Enrique. En otras ocasiones, Acker se convierte en Henrietta Robinson, Laura Lane, Adelaide Blanche.

Suele citar explícitamente las fuentes de estos textos, Enter Murderers, de E.H. Bierstadt, Murder for Profit, de W. Bolitho, A book of Scoundrels, de Whibley o Rogues and Adventuresses, de C. Kingston.
Acker, que fue comparada con la de William S. Burroughs, Jean Genet y Marguerite Duras, aunque su personalidad es propia, sobrepasa la literatura y su influencia llega al arte contemporáneo. Su feminismo radical cuestiona las ideas tradicionales sobre sexo, género y orientación sexual.

La editorial Holobionte comenta en la presentación del libro que su escritura es “tentacular”, es decir, que alcanza diferentes ámbitos, contaminando todo a su paso. Y añade: “Es un compendio de vidas apócrifas de mujeres asesinas, oprimidas, cabreadas y cachondas”.

Acker, que se autodefinía como una mujer rubia de ojos grandes y azules, siempre sonriente, difícil de llevar, bella e inteligente, que quería aprender política y teoría filosófica se ha convertido en una figura de culto, un referente para generaciones de escritores y artistas que buscan romper moldes. Leerla no es solo enfrentarse a una autora radical: es aceptar el reto de pensar desde los márgenes.

Título: Retrato de un ojo
Autora: Kathy Acker
Prólogo: Kate Zambreno 
Traductor: Federico Fernández Giordano
Cubierta: Arnau Tàsies
Editorial: Holobionte Ediciones
Publicación en español: junio de 2025
Páginas: 288
Contenido:
-La irreverente vida de la Tarántula Negra contada por la Tarántula Negra
-Soñé que era una ninfomaníaca
-La vida adulta de Toulouse Lautrec

22 noviembre, 2025

«Jatyn» de Alés Adamóvich

Aleksandr Adamóvich fue un escritor, guionista y crítico literario bielorruso-soviético, conocido por sus obras sobre la ocupación nazi en Bielorrusia y por su firme postura contra el estalinismo, la guerra y el sistema soviético. Su experiencia como niño soldado en la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial marcó intensamente su escritura. Defendió las causas democráticas y apoyó a los disidentes en la URSS, denunció la irresponsabilidad de las autoridades soviéticas tras el accidente de Chernóbil y fue miembro del Sóviet Supremo de la Unión Soviética (1989-1992). La Nobel Svetlana Alexiévich lo reconoció como su maestro.” (Extraído de Wikipedia).

Jatyn de Alés Adamóvich se sitúa en el año 1943 cuando Alemania comenzaba a observar que la victoria final estaba fuera de su alcance y sus tropas aún avanzaban por Bielorrusia. El pueblo de Jatyn, cerca de Minsk, fue arrasado por la brigada de las SS Dirlewanger, un escuadrón compuesto por desertores, mercenarios y criminales, todos sus habitantes fueron encerrados en un pajar y quemados vivos, sólo hubo cinco supervivientes, novela devastadora que reconstruye el genocidio, un testimonio literario contra la barbarie y el olvido.

Adamóvich, que cuando era adolescente fue partisano, emplea un relato coral que combina testimonios, archivos de guerra y memoria colectiva, dando voz a los muertos y a los supervivientes. Pone de manifiesto la fragilidad de la vida campesina en tiempos de guerra y muestra el perfil de individuos deshumanizados por el combate, reflexionando de cómo el ser humano es capaz de desarrollar mecanismos que permiten justificar actos de violencia incluso contra personas inocentes.

Este estilo, que mezcla literatura y periodismo, transmite la crudeza de los hechos con una intensidad que convierte la lectura en una experiencia ética y emocional.

Edhasa ha publicado años después esta edición en versión íntegra y sin censura. Jatyn es una denuncia universal contra la guerra y el totalitarismo, un recordatorio de cómo los libros son un espacio de memoria, una novela imprescindible para comprender la Segunda Guerra Mundial en Bielorrusia y un ejemplo de cómo, una vez más, la literatura puede preservar lo que la historia oficial intentó silenciar.

En 1985, inspirado en este episodio, el director de cine Elem Klimov llevó la historia al cine para celebrar el 40º aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. La película, titulada "ldi smotri" y conocida en España como "Masacre. Ven y mira", es un film de 136 minutos realizado en la entonces Unión Soviética (URSS) y considerada una de las obras más impactantes del cine bélico y antibelicista, con el guion de Elem Klimov y Alés Adamóvich.

Título: Jatyn
Autor: Alés Adamóvich 
Traductora: Marta Sánchez-Nieves 
Editorial: Edhasa 
Publicado: febrero de 2025
Páginas: 288